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En un intento de ganarse la opinión pública internacional y vilipendiar a sus enemigos, el Pentágono estudia la puesta en marcha de una operación de propaganda a nivel mundial que incluiría la difusión de noticias falsas, incluso en países aliados. El plan, que recuerda a los programas de «propaganda negra» puestos en marcha por EEUU y sus aliados en las dos guerras mundiales del siglo XX y en la Guerra Fría, buscaría influir en medios de comunicación, poblaciones y gobiernos.

El programa ha sido propuesto por la Oficina de Influencia Estratégica, una sección del Pentágono creada de forma casi confidencial tras los atentados del pasado 11S. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, no ha apoyado todavía la propuesta, y la ha enviado al abogado jefe del Pentágono, William Haynes, para que la revise, según fuentes militares. Sin embargo, el plan ha suscitado recelos dentro del Departamento de Defensa, donde altos cargos consideran que no es adecuado mezclar la información auténtica con la desinformación, ya que podría erosionar la credibilidad de EE UU. «Esto rompe los límites de forma casi total», señaló al Times un alto funcionario del Pentágono.

Otra fuente del departamento consideró que el Pentágono «no debería meterse en estos asuntos», sino que deberían dejarse en manos de los espías de la CIA. La campaña que se estudia incluiría todo tipo de herramientas, operaciones encubiertas para sabotear redes informáticas de regímenes hostiles, hasta el envío de mensajes electrónicos con propaganda camuflada a periodistas, dirigentes civiles y funcionarios de gobiernos.

Dentro del capítulo de desinformación, se engloba la difusión, a través de medios de comunicación, de noticias que se sabe que son falsas pero que tienen una presentación impecable, algo que en inglés también se denomina «propaganda negra». En los años 70, noticias falsas preparadas por la CIA para su divulgación en la prensa extranjera, acabaron reproducidas en la prensa de EEUU. La divulgación de este proyecto se produce mientras EEUU está reorientando el objetivo de su guerra contra el terrorismo internacional, cada vez más dirigido hacia Irak.