El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dio ayer una
alegría a los inversores en la bolsa y dijo que la economía de
Estados Unidos pasa ahora de una recesión a una «recuperación
tenue». El índice del Dow Jones había subido 105 puntos, el Nasdaq
de títulos tecnológicos aumentó 23 puntos y el Standard and Poor de
500 acciones aumentó casi 11 puntos después que el jefe del banco
central de EE UU presentó su testimonio ante el Comité de Servicios
Financieros de la Cámara de Representantes. Pero, al mismo tiempo,
Greenspan advirtió de que siguen presentes los ingredientes de
riesgo y que la economía estadounidense bien puede tropezar otra
vez. «Han emergido indicios crecientes de que algunas de las
fuerzas que han constreñido a la economía en el último año empiezan
a disminuir y que comienza a afirmarse la actividad», apuntó.
De inmediato, Greenspan advirtió que «ese ímpetu para el
crecimiento de la actividad durará poco si no ocurren incrementos
sostenidos en la demanda final antes de que se disipen los efectos
positivos de la liquidación de inventarios». El testimonio de
Greenspan sugiere que la Reserva Federal ya no bajará los tipos de
interés en su reunión del 19 de marzo, mientras que el bajo ritmo
inflacionario permite que el banco central espere, antes de
aumentar los tipos, hasta que perciba un crecimiento sostenido.
Durante 2001 la Reserva Federal aprobó once rebajas de las tasas
de interés, con lo cual contribuyó a que la demanda de los
consumidores -que equivale a dos tercios del Producto Interior
Bruto (PIB) de EE UU- no desfalleciera agravando la contracción
económica. En su previsión oficial la Reserva Federal ahora cree
que la economía crecerá entre un 2'5 y un 3% durante este año y que
la tasa de desempleo subirá al 6 o 6'25%. Asimismo el banco central
calcula que este año la inflación se mantendrá en alrededor del
1'5%.
Por su parte, el PIB de Alemania se contrajo un 0'3% el cuarto
trimestre de 2001 respecto al trimestre anterior, tras el
decrecimiento del 0'2% del tercer trimestre, lo que supone la
entrada en recesión de la primera economía de la zona euro, según
los datos difundidos ayer por la Oficina de Estadísticas de
Wiesbaden. En el segundo trimestre del año, la economía alemana ya
dio muestras de su fuerte desaceleración al registrar un
crecimiento nulo, tras haber progresado un 0'4% en el período de
enero a marzo, recordó la Oficina. Además, el PIB de Alemania se
redujo un 0'1% en el último trimestre en tasa interanual, por
primera vez desde el primer trimestre de 1996, cuando registró
idéntica caída.
No obstante, corregidos los efectos del calendario, la economía
se habría estancado. En el conjunto del año 2001, la economía
alemana creció un 0'6% en relación con el año anterior, una
progresión muy alejada del crecimiento del 3% alcanzado en 2000.
Mientras, la economía del Reino Unido dejó de crecer, por primera
vez en los últimos diez años, tras los atentados del 11 de
septiembre en Estados Unidos, según informó ayer la Oficina
Nacional de Estadística (ONS). Según la ONS, el crecimiento del PIB
de este país se detuvo en los últimos tres meses del pasado año, el
peor trimestre desde la recesión económica de 1992.
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