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ORLANDO LIZAMA-WASHINGTON Soldados estadounidenses libraron ayer intensos combates en el este de Afganistán para impedir un reagrupamiento de las fuerzas de Al Qaeda y del depuesto régimen talibán, confirmaron fuentes del Pentágono. «Se trata de combates muy intensos», expresó el legislador Richard Shelby, miembro del Comité de Inteligencia del Senado. «Las operaciones continúan y todavía se están registrando fuertes enfrentamientos», dijo el coronel Rick Thomas, portavoz del Comando Central de operaciones para Afganistán, en Tampa, Florida. Además de tropas terrestres, en los enfrentamientos también participan aviones de la fuerza aérea estadounidense que no sólo han dejado caer sus bombas durante las últimas 24 horas sino también panfletos en los que se insta a talibanes y miembros de Al Qaeda a rendirse.

Más de 80 bombas de diferentes tipos fueron lanzadas entre el viernes y el sábado, dijeron fuentes del Comando Central en Florida. Entre esas bombas se incluye un nuevo tipo llamado «termobárica» concebida especialmente para destruir las cuevas y túneles donde se ocultan los talibanes y miembros de la red terrorista Al Qaeda. El Pentágono señaló que centenares de miembros de Al Qaeda participan en el combate frente a las tropas estadounidenses que cuentan con la asistencia de sus aliados afganos. «Son centenares y no más de 5.000» como habían informado ayer medios locales, dijo el mayor Ralph Mills, del Comando Central en Tampa.

Asimismo, manifestó que tres miembros de los grupos aliados afganos y un soldado estadounidense perecieron en los combates que se libran en las inmediaciones de la ciudad de Gardez, en la provincia oriental de Paktia. Las fuentes del Pentágono manifestaron que las operaciones se desarrollan en una zona montañosa a entre 2.100 y 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Participa en ellas una fuerza de unos 1.500 efectivos afganos con el respaldo de las fuerzas especiales de EE UU.