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AGENCIAS - WASHINGTON Los miembros de la red Al Qaeda parapetados en las montañas de Arma, en el este de Afganistán, disponen de electricidad y de televisión y están dispuestos a luchar hasta el final, según testimonios recogidos el sábado por la revista 'Newsweek'.

La publicación, que pudo interrogar a un afgano que pasó la semana en estas grutas, Abdul Rahman Beheshti, indicó en su página web que el complejo de cavernas en sus múltiples entradas dispone de electricidad proporcionada por paneles solares.

Algunos muros están cubiertos de alfombras y almohadas de muselina, que amortiguan el ruido de las bombas. Los combatientes tienen té, azúcar, harina, frutas y bombones y pueden ver la televisión y escuchar la radio.

El testigo precisó que la mayoría de combatientes que viven en estos túneles cercanos a la aldea de Shá-i-Kot son afganos, entre quienes se mezclan chehenos y árabes. Entre estos últimos, según él, se encontraría un «árabe de gran estatura», que no sería Osama bin Laden, pero que era tratado con consideración. «Ellos le besaban la mano», dijo.

Mientras, las fuerzas armadas estadounidenses anunciaron ayer la retirada de 400 soldados de una batalla contra combatientes de Al Qaeda en el este de Afganistán. «Vamos a sacar a 400 de nuestros soldados. Dudo que regresen», dijo a un portavoz. A la pregunta de si la retirada significa el fin de la participación estadounidense en la batalla de ocho días cerca de Gardez, sur de Kabul, otro portavoz, el mayor Bryan Hilferty, dijo a Reuters: «En esta fase particular, sí».