El presidente George W. Bush renovó ayer el compromiso de Estados
Unidos en la lucha contra el terror, en una emocionada ceremonia en
la que la Casa Blanca quiso honrar la memoria de las víctimas del
11-S, seis meses después de la tragedia. Acompañado por unos 300
familiares de los desaparecidos ese día, así como por más de 100
embajadores y miembros del Congreso, Bush explicó que, a estas
alturas de la contienda, la guerra contra el terrorismo va a entrar
en una «nueva fase» que perseguirá erradicar los «santuarios» de
terroristas de la faz de la tierra. El homenaje a las víctimas
también se produjo en en Shanksville, Pensilvania, donde se
precipitó a tierra el vuelo 93 de United con 44 personas a bordo.
El duelo no impidió que el presidente Bush exigiera a sus
aliados que contribuyan a controlar las armas de destrucción
masiva, para que no caigan en manos de grupos terroristas o
regímenes sin control. «Nunca se puede permitir que los hombres sin
respeto por la vida puedan controlar los instrumentos supremos de
la muerte», dijo Bush. En un día soleado Bush, flanqueado por las
banderas de 170 países aseguró que los terroristas y los regímenes
«poco seguros» están «hambrientos de conseguir estas armas». Por
tanto, redundó, hay que afrontar estos hechos que, dijo,
constituirán la «nueva fase» de la lucha contra el terrorismo.
Aunque el presidente no mencionó a Irak, Corea del Norte o Irán,
países englobados en lo que llama «eje del mal» que busca tener
armas de destrucción masiva y coopera con los terroristas, el
mensaje de Bush mostró que su Gobierno está dispuesto a evitar que
esos países puedan amenazar o chantajear a EE UU u otros países.
«En la prevención de las armas de destrucción masiva no hay margen
de error y no puede haber indolencia. La inacción no es una
opción», aseguró el presidente.
Bush destacó cómo, tras los atentados de hace seis meses, se
puso en marcha una coalición internacional que supuso el
entendimiento por parte del mundo de una amenaza que se había hecho
una dolorosa realidad. «El 11 de septiembre no fue el comienzo del
terrorismo mundial, sino el principio de la respuesta concertada de
todo el mundo», destacó el presidente estadounidense, quien citó
que tras los atentados «se han descubierto tramas terroristas desde
España a Singapur».
China critica la expansión militar de
Washington
China criticó ayer por primera vez públicamente tras haber apoyado
la guerra contra el terrorismo, el fortalecimiento de la presencia
militar norteamericana a través del mundo después de los atentados
del 11 de septiembre pasado contra EE UU. Hasta ahora las
autoridades chinas han apoyado firmemente la guerra lanzada por
Washington contra el terror, absteniéndose en particular de
criticar la presencia militar norteamericana en Asia central. Sin
embargo, un informe chino presentado ayer denuncia los abusos de
los derechos humanos cometidos por EE UU.
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