Unos bomberos rezan cogidos de las manos durante un acto en la 'zona cero'. FOTO: TIMOTHY A.

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El presidente George W. Bush renovó ayer el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra el terror, en una emocionada ceremonia en la que la Casa Blanca quiso honrar la memoria de las víctimas del 11-S, seis meses después de la tragedia. Acompañado por unos 300 familiares de los desaparecidos ese día, así como por más de 100 embajadores y miembros del Congreso, Bush explicó que, a estas alturas de la contienda, la guerra contra el terrorismo va a entrar en una «nueva fase» que perseguirá erradicar los «santuarios» de terroristas de la faz de la tierra. El homenaje a las víctimas también se produjo en en Shanksville, Pensilvania, donde se precipitó a tierra el vuelo 93 de United con 44 personas a bordo.

El duelo no impidió que el presidente Bush exigiera a sus aliados que contribuyan a controlar las armas de destrucción masiva, para que no caigan en manos de grupos terroristas o regímenes sin control. «Nunca se puede permitir que los hombres sin respeto por la vida puedan controlar los instrumentos supremos de la muerte», dijo Bush. En un día soleado Bush, flanqueado por las banderas de 170 países aseguró que los terroristas y los regímenes «poco seguros» están «hambrientos de conseguir estas armas». Por tanto, redundó, hay que afrontar estos hechos que, dijo, constituirán la «nueva fase» de la lucha contra el terrorismo.

Aunque el presidente no mencionó a Irak, Corea del Norte o Irán, países englobados en lo que llama «eje del mal» que busca tener armas de destrucción masiva y coopera con los terroristas, el mensaje de Bush mostró que su Gobierno está dispuesto a evitar que esos países puedan amenazar o chantajear a EE UU u otros países. «En la prevención de las armas de destrucción masiva no hay margen de error y no puede haber indolencia. La inacción no es una opción», aseguró el presidente.

Bush destacó cómo, tras los atentados de hace seis meses, se puso en marcha una coalición internacional que supuso el entendimiento por parte del mundo de una amenaza que se había hecho una dolorosa realidad. «El 11 de septiembre no fue el comienzo del terrorismo mundial, sino el principio de la respuesta concertada de todo el mundo», destacó el presidente estadounidense, quien citó que tras los atentados «se han descubierto tramas terroristas desde España a Singapur».

China critica la expansión militar de Washington
China criticó ayer por primera vez públicamente tras haber apoyado la guerra contra el terrorismo, el fortalecimiento de la presencia militar norteamericana a través del mundo después de los atentados del 11 de septiembre pasado contra EE UU. Hasta ahora las autoridades chinas han apoyado firmemente la guerra lanzada por Washington contra el terror, absteniéndose en particular de criticar la presencia militar norteamericana en Asia central. Sin embargo, un informe chino presentado ayer denuncia los abusos de los derechos humanos cometidos por EE UU.