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AGENCIAS-KABUL Fuerzas de la coalición tomaron ayer nuevas posiciones frente a los focos de resistencia de Al Qaeda y los talibanes en la provincia oriental afgana de Paktya para acabar con cientos de rebeldes atrincherados en las montañas de Arma.Aviones estadounidenses continúan bombardeando la zona de combate casi de manera ininterrumpida desde que el día 1 por la noche las fuerzas de coalición pusieron en marcha la operación «Anaconda».

Sobre el terreno millares de soldados siguen rastreando el lugar a la búsqueda de guerrilleros que, desde hace casi dos semanas, hacen frente a la mayor ofensiva armada de las fuerzas de la coalición en lo que va de año. Fuentes militares de las tropas de la coalición lideradas por Estados Unidos con la ayuda de combatientes afganos aseguran haber ganado terreno y haber estrechado el cerco en torno a las posiciones de los rebeldes.

«Los focos de Al Qaeda y de los talibanes son mas pequeños» que cuando empezó la ofensiva hace once días, dice un comunicado emitido ayer por la coalición en el aeropuerto militar de Bagram, 45 kilómetros al norte de la capital afgana, una de las principales bases de operaciones del Ejército de EE UU en Afganistán. Cientos de incondicionales de Osama Bin Laden y del derrocado régimen talibán, según oficiales de Washington, continúan resistiendo desde estratégicas posiciones.

Por otro lado, el jefe del Gobierno interino afgano, Hamid Karzai, obtuvo ayer una ayuda de Rusia para la reconstrucción de las infraestructuras de Afganistán, país devastado por sucesivos conflictos desde la invasión soviética de 1979. «El objetivo de Rusia en Afganistán es ver en ese país un Estado independiente, próspero, neutral y amigo», declaró Putin. Ambas partes firmaron unos 20 memorándum de cooperación y protocolos de acuerdo sobre construcción de carreteras, gasoductos, sistemas de riego y entrega de maquinaria pesada y de camiones. El monto de tal ayuda no fue divulgado.