Un hombre fue colgado y asesinado por los palestinos en una céntrica calle acusado de traición.

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AGENCIAS-JERUSALÉN El Ejército israelí lanzó la madrugada del lunes la operación militar más masiva desde el comienzo de la Intifada contra la ciudad autónoma de Ramalá (Cisjordania), en la que utilizó más de 150 tanques y vehículos blindados. Al menos cinco palestinos murieron y varios más resultaron heridos en los tiroteos que sucedieron a la incursión. Previamente, una incursión en el campo de refugiados de Jabaliya (norte de la franja de Gaza) se convirtió en la ofensiva más intensa hasta el momento por el Ejército, que en poco más de tres horas mató a 17 personas e hirió a más de 50.

Por otra parte, siete israelíes fallecieron y otros cinco resultaron heridos en una emboscada ocurrida en la carretera que conecta la localidad de Shlomi y el 'kibbutz' (granja colectiva) de Metzuba, cerca de la frontera con el Libano. Los tres atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. Según la cadena de televisión qatarioa 'Al Yasira', el atentado fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado próximo al movimiento Al Fatá, dirigido por el presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat.

Más de 150 tanques y blindados del Ejército israelí penetraron desde los diferentes accesos a la ciudad autónoma de Ramalá, en la que constituye la operación militar de mayores dimensiones en los últimos 18 meses de enfrentamientos. Siguiendo un 'modus operandi' similar al de previas incursiones, las tropas avanzaron bajo la cobertura de helicópteros de combate, que llegaron a disparar alguna ráfaga de ametralladora.

Al menos cinco palestinos murieron y varios más resultaron heridos en los subsiguientes tiroteos, que llegaron incluso a la plaza mayor de Ramalá, conocida por el nombre de Al Manara. A su vez, la operación de Jabalija ha sido la que más muertos y heridos ha provocado en menos tiempo, poco más de tres horas. 17 palestinos, tanto civiles como milicianos murieron. Por su parte, Al Fatá, movimiento del presidente palestino, Yaser Arafat, prometió en el día de ayer una «respuesta dolorosa» a las recientes operaciones militares israelíes en los territorios palestinos, que calificó de «crímenes horribles» y cuya responsabilidad atribuyó al Gobierno de Ariel Sharon.