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AGENCIAS-MONTERREY El presidente del Gobierno español y presidente de turno de la Unión Europea, José María Aznar, defendió ayer el liderazgo mundial de la UE en la ayuda contra la pobreza y consideró que la Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo supone un «punto de partida» no sólo para reflexionar, sino también para actuar. Aznar hizo esas consideraciones durante su intervención en el plenario de la Conferencia Internacional que se celebra en esta ciudad mexicana y a la que asisten más de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno. Como presidente de turno de la UE, recordó que los Quince son el mayor donante mundial de ayuda al desarrollo y en Monterrey reiteró su adhesión a los principios que abogan por erradicar la pobreza.

En ese contexto, presentó las iniciativas ratificadas en el reciente Consejo Europeo de Barcelona, como el acuerdo de que los países comunitarios destinen al desarrollo en el 2006 el 0'39 por ciento del PIB global, lo que conlleva el compromiso de que cada Estado miembro dedique en ese año, al menos, el 0'33 por ciento de su Producto Interior Bruto. Aznar manifestó asimismo que los reunidos en Monterrey tienen «una preocupación compartida» y es la «insoportable situación que vive una parte de la humanidad», por lo que reiteró la importancia de alcanzar un trabajo conjunto.

En su discurso en calidad de presidente de turno de la UE, el presidente español manifestó que además de acudir a Monterrey para luchar contra la pobreza, también «tenemos que luchar contra el terrorismo», problema que calificó de «flagelo internacional». En este sentido, Aznar se refirió al asesinato del único concejal del PSOE en Orio, ocurrido ayer. Además, José María Aznar tuvo una reunión con el presidente argentino Eduardo Duhalde para tratar la situación actual en Argentina, así como la situación de las empresas españolas en el país latinoamericano. Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, reclamó ayer a la comunidad internacional una ayuda de 50.000 millones de dólares para los países en desarrollo.

Sin embargo, Annan dijo que los pobres «no vienen a pedir limosna» sino la posibilidad de salir de la miseria mediante el desarrollo, que es clave para vivir en un mundo «cómodo y seguro». El presidente de Cuba, Fidel Castro, abandonó repentinamente la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, «debido a una situación especial». Castro se marchó inmediatamente después de su intervención ante el pleno de la Conferencia, sin esperar a escuchar la del presidente de EE UU, George W. Bush.