Manifestantes con todas las banderas de los países árabes apoyaron ayer la Intifada en Gaza.

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El ministro de Información y Cultura de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Abed Rabo, aseguró que Yaser Arafat no viajará a Beirut bajo ninguna exigencia impuesta por Israel, cuyo primer ministro, Ariel Sharon, le condicionó la salida y el regreso al cese de la violencia y a que EE UU diera garantías a Israel de que puede reservarse el derecho a no autorizarle volver a los territorios palestinos. «Si miramos el pasado político de Sharon, veremos que ha estado bloqueando cualquier iniciativa de paz, lo que supone un insulto y una humillación a los palestinos y a todo el mundo árabe», afirmó Abed Rabo. El principal asesor del presidente palestino Nabil Abu Rudaina, afirmó por su parte, que «las condiciones de Sharon son una provocación y una afrenta».

Por otro lado, fuentes oficiales palestinas acusaron al Ejército israelí de ser «completamente» responsable del ataque contra el vehículo en el que viajaban tres miembros de una fuerza internacional de observadores en la ciudad cisjordana de Hebrón y en el que murieron dos de ellos, un turco y un suizo. «El Ejército israelí tiene la completa responsabilidad sobre este crimen» dijeron y le acusaron de haber abierto fuego contra el coche en el que viajaban los observadores, contrariamente a lo que afirma la televisión israelí que apuntó a milicianos palestinos como autores del atentado. Mientras, la ausencia de Arafat en Beirut no será la única. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, no asistirá a la Cumbre de la Liga Arabe que se celebrará a partir de hoy, informó ayer la televisión oficial egipcia.

La fuente no detalló las razones para la ausencia del gobernante egipcio, y se limitó a anunciar que el primer ministro del país, Atef Ebeid, ha llegado a la capital libanesa en su representación. En los últimos días se había barajado la posibilidad de que Mubarak, uno de los mediadores árabes más significativos en el conflicto entre palestinos e israelíes, se ausentara de la reunión de Beirut. El sábado, el canal de televisión qatarí «Al Yazira» ya anunció que el jefe del Estado egipcio no viajaría a la capital libanesa, según sus fuentes por «posibles divergencias» con el resto de los líderes de los 22 países que integran la Liga Àrabe. Durante los últimos días, la prensa egipcia había minimizado la importancia del plan de paz saudí para Oriente Medio, tema principal a debate en la Cumbre, y subrayado que se basa en una estrategia ya propuesta por Egipto.

La iniciativa saudí sugiere, en esencia, la retirada israelí de todos los territorios árabes conquistados en 1967 a cambio del reconocimiento del Estado de Israel. Quien sí asistirá a la reunión será el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que llegó anoche a Beirut para asistir a la cumbre en su calidad e presidente de turno de la Unión Europea. Aznar tiene previsto intervenir hoy en la sesión de apertura de la cumbre. Kofi Annan inaugurará la Cumbre, en una sesión en la que está previto intervengan también el presidente del Líbano, Emile Lahud; el príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdulá Ben Abdelaziz, y el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa. La participación en la misma sesión de un jefe de gobierno europeo es un hecho que carece de precedentes en la historia de la Liga Àrabe.