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Los Gobiernos árabes, presionados por la opinión pública de sus países y las multitudinarias manifestaciones, evalúan la posibilidad de adoptar una respuesta propia a la ofensiva militar israelí en los territorios palestinos, sin esperar al apoyo de la comunidad internacional. El Consejo de la Liga Arabe celebrará hoy en El Cairo una reunión de urgencia para estudiar la situación y los «medios para apoyar» al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, asediado por los israelíes desde el viernes en la ciudad cisjordana de Ramala.

En la reunión, que presidirá el secretario general de la Liga, Amro Musa, estarán representados los 22 países que integran ese organismo, incluido Palestina. Musa acusó ayer al primer ministro israelí, Ariel Sharon, de ser un «arrogante asesino de los palestinos», y a Estados Unidos de «parcialidad». La posición más dura del mundo árabe la ha expresado el líder libio, Muamar El Gadafi, quien exigió ayer a los países árabes vecinos de Israel que permitan el paso por sus territorios de voluntarios libios que desean combatir con los palestinos «para liberar Jerusalén». Gadafi expresó esta postura al tiempo que más de cien mil personas se manifestaban en Trípoli en apoyo al pueblo palestino.

El presidente de Yemen, Ali Abdula Saleh, según un comunicado oficial, está «deprimido y enfadado y se niega a recibir a visitas o llamadas telefónicas» en protesta por «el silencio» de los gobiernos árabes ante la ofensiva militar israelí en los territorios palestinos. Por su parte, el presidente de Irak, Sadam Husein, pidió a los líderes árabes que amenacen con imponer un boicot económico a Estados Unidos, pues es la «única manera» de acabar con la ocupación israelí de los territorios palestinos.

El ministro saudí de Defensa, príncipe Sultán Bin Abdulaziz, denunció que la actual operación militar israelí contra los territorios palestinos supone «la mayor acción criminal de la historia de la humanidad». Mientras, los países musulmanes de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) acusaron ayer a Israel de sumergir a la región de Oriente Próximo en una «guerra total», por lo que pidieron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una acción inmediata que podría llegar incluso al empleo de la fuerza.

Jordania y Egipto, los únicos países árabes que tienen firmados acuerdos de paz con Israel desde 1979 y 1994, respectivamente, propusieron el envío urgente de tropas de paz a Gaza y Cisjordania. En ambos países, al igual que en Yemen, Líbano, Libia e Irak, entre otros, miles de personas se manifiestan casi a diario, y ayer muchas de ellas se enfrentaron con la política antidisturbios que empleó gases lacrimógenos y agua a presión para dispersarlas. Las fuerzas de seguridad en Amán y El Cairo impidieron ayer que miles de manifestantes se acerquen a las embajadas israelíes en esos países.