Hamid Karzai, elegido el jueves para dirigir el Gobierno de
transición afgano, declaró ayer que dedicará su mandato a la lucha
contra los jefes de guerra y contra el terrorismo y pidió la ayuda
de la comunidad internacional para llevar adelante esta tarea.
Durante una rueda de prensa, en la que fue presentado como el
«presidente» de Afganistán, Hamid Karzai anunció que «su objetivo
es brindar a Afganistán una vida mejor y combatir el fenómeno de
los jefes de guerra, el terrorismo y toda forma de opresión».
No obstante, el líder afgano fue objeto ayer de fuertes
presiones para adoptar la 'Sharia' (Ley Islámica) como piedra
angular de las acciones del nuevo Gobierno elegido por la asamblea
tradicional, la Loya Jirga. «Nadie merece ser obedecido si
desobedece a Dios y a su profeta» declaró ante la asamblea el líder
religioso Abdul Rasul Sayá, aliado del ex presidente Burhanudin
Rabani.
«Como humilde servidor de Dios y ciudadano afgano, daré lo mejor
de mí para proteger la religión, la independencia y la dignidad del
Islam», respondió por su parte Karzai, quien se dirigió ayer por la
mañana brevemente a los delegados de la Loya Jirga, aceptó su
reelección para el cargo de jefe de Estado y agradeció al conjunto
de los miembros de la tradicional asamblea afgana.
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