El gabinete ministerial de Perú presentó ayer su renuncia en bloque
ante el presidente Alejandro Toledo en medio de una grave crisis
política alimentada por una creciente ola de descontento popular,
que podría marcar un viraje en materia de política económica.
La dimisión del gabinete fue confirmada por el ministro de
Trabajo, Fernando Villarán, quien reveló que la decisión fue
adoptada en conjunto por todos los ministros.
«Ya tomamos esa decisión con el primer ministro (Roberto Dañino)
y estábamos esperando la mejor oportunidad para hacerlo, así que es
una decisión tomada en consenso con todos los ministros«, dijo
Villarán en declaraciones a la radioemisora Cadena Peruana de
Noticias. «Va a haber una recomposición ministerial, que
normalmente se hace el 28 de julio (día de la fiesta nacional) pero
podría adelantarse«, añadió Villarán.
La crisis estalla cuando faltan poco más de dos semanas para que
Toledo cumpla su primer año en el gobierno, que debe concluir en
julio de 2006 y en circunstancias en que está asediado por
protestas sociales y su popularidad se encuentra erosionada con
índices de desaprobación entre 75 y 80%, según encuestas.
Los ministros habían puesto sus cargos a disposición el martes 2
de este mes. Villarán confirmó, también, la renuncia irrevocable
del canciller Diego García Sayán.
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