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EUROPA PRESS-LONDRES Un juez británico consideró ayer «discriminatoria» y por lo tanto «ilegal» una disposición crucial de una ley antiterrorista adoptada tras los atentados del pasado 11 de septiembre, y que permite detener a extranjeros sospechosos de actividades terroristas sin inculparlos. El juez Andrew Collins estimó que esta disposición «no sólo era discriminatoria, e ilegal, sino además desproporcionada», al hacer valer que se aplicaba a los extranjeros y no a los británicos. De este modo, el magistrado dio la razón en ese punto a un recurso presentado por nueve extranjeros que cuestionaban su detención en virtud de esas disposiciones.

Sin embargo, el juez británico agregó que su decisión no permitía por sí mismo la liberación de los detenidos, cuyo caso será objeto de un examen individual en el otoño próximo. El Ministerio del Interior británico y la organización de defensa de las libertades individuales Liberty, que apoyaba el recurso de los detenidos, interpretaron de forma diferente la decisión de la justicia. El Ministerio del Interior relativizó el alcance del fallo.

Un portavoz del Ministerio reconoció estar «decepcionado» por la parte de la ley invalidada por el juez y anunció que la cartera apelará el fallo. El portavoz destacó que las otras disposiciones habían sido avaladas, ya que el juez reconoció que los atentados del pasado 11 de septiembre habían creado «una situación de emergencia que amenaza la vida de la nación». «Esto significa que podemos derogar (la Convención europea de Derechos Humanos) a raíz de una situación de emergencia tal como se definió legalmente», estimó el portavoz. En cambio, para John Wadham, director de Liberty, «el fallo significa que una parte central de la ley antiterrorista es contraria a la Convención de Derechos Humanos». «No creemos que exista una situación de emergencia tan extrema que justifique encerrar a gente sin inculpación ni proceso, no por algo que hayan hecho, sino por algo que alguien piensa que han hecho», continuó.

Las nueve personas que presentaron el recurso están detenidas desde hace varios meses en la prisión de Belmarsh, al sureste de Londres. El juez Andrew Collins preside una «Comisión especial de apelación en materia de inmigración», instancia creada en virtud de la nueva ley antiterrorista. Esta decisión da un revés al dispositivo legislativo adoptado rápidamente por iniciativa del gobierno británico para prevenir cualquier acto de terrorismo luego de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. El ministerio del Interior, anunció su intención de apelar la decisión, y precisó que los nueve extranjeros permenecerán detenidos.