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Un polémico diputado del Parlamento ruso que antes apoyaba al presidente Vladímir Putin y luego se pasó a la oposición, y procesado por negocios turbios, estafa y soborno, fue asesinado ayer a balazos en Moscú cuando paseaba a su perro. El cadáver de Vladímir Golovliov, de 54 años y militante del partido Rusia Liberal, fue hallado con dos tiros en la cabeza en lo que un correligionario suyo llamó «un indudable asesinato político».

Pero el jefe de la Policía de Moscú, Vladímir Pronin, dijo tras inspeccionar el lugar del crimen que «se barajan dos hipótesis, el atentado por «la actividad política» de Golovliov como parlamentario y su «trabajo anterior» en la región de Cheliábinsk, en los Urales. «Sin lugar a dudas se trata de un asesinato por encargo ejecutado por un profesional que hizo dos disparos, el segundo de ellos de gracia», declaró Pronin al informar de que el ataque se produjo a las 08.20 de la mañana (04.20 GMT).

Pronin señaló que el asesino o asesinos «parece que lo esperaban» con una pistola presumiblemente de fabricación extranjera y que no usaron silenciador, porque varios testigos oyeron los disparos. Mijaíl Avdiukov, fiscal jefe adjunto de Moscú, no descartó una tercera versión, vinculada con lo que denominó «factor personal». Esta vez, ni el perro ni los dos guardaespaldas que le acompañaban, y que «aseguraron que no habían visto nada», evitaron la muerte del diputado, dijo Avdiukov.

Fue el octavo asesinato de un diputado de la Duma de la nueva Rusia desde su creación en el referéndum que aprobó la Constitución democrática en 1993. Pero desde noviembre de 1998, cuando fue acribillada a tiros la diputada liberal Galina Starovóitova, no se habían producido asesinatos de parlamentarios federales.