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EFE/FP-DINAMARCA Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE renovaron ayer su compromiso de cerrar las negociaciones de ampliación en diciembre próximo, tal y como acordaron los líderes europeos en Sevilla, en junio pasado. Pese a las incógnitas sobre el resultado de las elecciones alemanas y las divergencias entre los Quince acerca del coste de la ampliación, «el mensaje que damos a los países candidatos es que 'lo vamos a conseguir'», declaró el comisario europeo de Ampliación, el alemán Gunter Verheugen. «Todos los países han confirmado que están dispuestos a cumplir el calendario para que las negociaciones concluyan en Copenhague en diciembre», aseguró el titular danés de Exteriores y presidente del Consejo de la UE, Per Stig Moeller.

Según el anfitrión de la reunión informal de dos días que los responsables de Exteriores de la Unión Europea comenzaron ayer en Elsinor el compromiso es concluir a finales de septiembre con los candidatos las negociaciones de todas las cuestiones no vinculadas con el presupuesto. Desde entonces y hasta finales de octubre, los Quince deberán acordar sus ofertas de negociación a los candidatos de los capítulos financieros para consagrar noviembre y diciembre a la recta final de las negociaciones de ampliación.

Por otra parte, la Unión Europea se inclina por apurar al máximo la presión diplomática sobre Irak para que el régimen de Sadam Husein abra sus puertas a los inspectores de Naciones Unidas y apoyar los esfuerzos del secretario general, Kofi Annan. El debate sobre Irak no gira en torno a un posible ataque unilateral de Estados Unidos -que tanto Francia como Alemania han rechazado públicamente-, sino en cómo «conseguir que se cumpla el mandato de Naciones Unidas».

Así se expresó la ministra española, Ana Palacio, que remachó que la posición española es, principalmente, que se permita la entrada de los inspectores y haya «un efectivo control de la situación de armas químicas y bacteriológicas». Por ello, consideró «absolutamente rechazables» las declaraciones del Gobierno de Irak según las cuales no se permitirá el retorno de los inspectores porque no servirá para cambiar la voluntad estadounidense de atacar el país. «Hay indicios más que razonables de que hay un peligro que desborda al pueblo iraquí, que es además el sufridor en primera instancia esta situación», manifestó. «Nos puede afectar directa o indirectamente», añadió Palacio, que a su llegada a la reunión calificó a Sadam Husein de «peligro para la Humanidad».