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Estados Unidos considera la aplicación de «inspecciones coercitivas» en Irak, que incluirían el uso de la fuerza militar, si el presidente Sadam Husein rechaza la entrada en el país de los funcionarios de la ONU.

La idea se planteó en un momento en que el Gobierno del presidente George W. Bush iniciaba consultas con el Congreso sobre una intervención militar en Irak, país al que acusa de desarrollar armas de destrucción masiva y de promover el terrorismo.

Las fuentes dijeron el miércoles que, si se impidiera a los inspectores acceder a lugares donde se sospecha que se producen o se ocultan esas armas, se ordenaría una acción militar para forzar la operación. Ésta sería desarrollada por tropas estadounidenses o multinacionales. El tema, añadieron, será analizado durante las conversaciones que Bush sostendrá este fin de semana en Camp David, Maryland, con el primer ministro británico, Tony Blair.

El presidente de EE UU también lo discutirá con los gobernantes de China, Rusia y Francia, y con el primer ministro de Canadá, Jean Chretien, con el que se reunirá el lunes en Detroit.

La idea de esas inspecciones, revelada por el diario «Los Angeles Times», contaría con el respaldo de los partidarios de aplicar mano dura contra Irak y de los que promueven esas inspecciones antes de utilizar la fuerza militar. Sin embargo, ningún país árabe participará en un ataque contra Irak, ya que esta acción «abriría las puertas del infierno» en Oriente Medio y tendría consecuencias «más allá» de la región, advirtió ayer en El Cairo la Liga Àrabe.