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EFE-SEÚL La existencia de un programa secreto de desarrollo nuclear en Corea del Norte ha inquietado al Gobierno de Corea del Sur, que tras calificarlo de intolerable ha pedido una solución pacífica a través del diálogo. Corea del Norte conforma junto a Irán e Irak el denominado «eje del mal» por el presidente estadounidense, George W. Bush, y mientras algunos expertos afirmaban que el deterioro de las relaciones con EEUU puede agudizar la amenaza militar norcoreana en la península, el Gobierno surcoreano expresaba su alarma.

El presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, convocó una reunión de asesores presidenciales en la que urgió una solución pacífica y calificó el asunto de «muy grave». El vicecanciller, Lee Tae Sik, pidió en un comunicado al régimen norcoreano que respete el Tratado de Ginebra, suscrito en 1994 con el entonces presidente estadounidense Bill Clinton para congelar ese proyecto, así como otros acuerdos de no proliferación nuclear con el fin de buscar una solución pacífica y negociada.