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SOBHI HADDAD-BAGDAD El presidente Sadam Husein vació ayer las cárceles de Irak, en busca de una popularidad mayor en el interior de su país mientras se enfrenta a las amenazas de EE UU y el Reino Unido de una guerra para derrocar a su régimen. El líder iraquí concedió ayer un indulto general a los reclusos iraquíes, incluidos los presos políticos, los opositores exiliados, los condenados a muerte y los desertores.

La medida de gracia, recogida en un decreto presidencial, no tiene precedentes en la Historia del Estado iraquí y no excluye a ningún ciudadano del país, incluso a los condenados por asesinato, espionaje, tráfico de drogas o violación. En el caso de los condenados por asesinato, aunque la Presidencia les concede el indulto, deberán permanecer en prisión hasta que les perdonen las familias de sus víctimas, debido a las peculiaridades de la ley islámica en esta cuestión.

Sin embargo, otro decreto similar dictado para indultar al resto de ciudadanos de países árabes presos en Irak sí exceptúa a los condenados por espionaje en beneficio de Israel y Estados Unidos. Según dijeron fuentes oficiales iraquíes, este indulto general es la respuesta de Bagdad a la «postura de los Estados y los pueblos árabes», que han manifestado de modo unánime su oposición a una guerra contra Irak para derrocar a Husein, como pretende EE UU.

La televisión estatal iraquí mostró imágenes de centenares de presos en el momento de su excarcelación en la prisión de Abu Gharib, una de las más grandes del país, situada unos 35 kilómetros al este de Bagdad. «Sacrificamos nuestra sangre y nuestra almas por ti, Sadam. Dios te proteja», coreaban los presos que salían de Abu Gharib, en cuyos alrededores se congregaron miles de familiares para recibirlos.

«Quiero dar las gracias al presidente Sadam Husein. Es el líder de todos los iraquíes», dijo Kazem, un joven de 25 años mientras cruzaba la puerta principal de la cárcel, empujado por centenares de otros presos liberados. El ministro del Interior iraquí, Mahmud Diab al Ahmad, que acompañó a un grupo de periodistas extranjeros a esa cárcel, aseguró que, «en las próximas 48 horas, todas las prisiones de Irak estarán vacías».