La organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)
anunció ayer una tregua indefinida a partir del próximo domingo y
planteó al Gobierno un proceso de paz en el que aspira a tener
estatus político y financiación para sus hombres.
El anuncio lo hicieron los responsables político y militar de
las AUC, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, respectivamente, y los
jefes de los frentes regionales, que representan el 80 por ciento
de la ultraderecha armada colombiana. «Hemos tomado la decisión
histórica de declarar un cese unilateral de hostilidades, con
alcance nacional, sin que esto signifique la renuncia a nuestros
principios ni a nuestros ideales», expresaron los paramilitares en
una carta de doce puntos dirigida al presidente del país, Alvaro
Uribe.
La misiva también fue enviada al Alto Comisionado presidencial
para la Paz, Luis Carlos Restrepo, y al arzobispo de Bogotá y
presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, cardenal Pedro
Rubiano. «Las AUC declaramos, a partir del 1 de diciembre de 2002,
un cese total de hostilidades -no una tregua navideñaconfiando en
la reciprocidad del Estado hacia nuestras tropas, demás integrantes
y simpatizantes», puntualizaron sus líderes.
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