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EFE-BAGDAG
El presidente de Irak, Sadam Husein, pidió ayer a los expertos de Naciones Unidas que prueben que su país no tiene armas de destrucción masiva y apuntó veladamente que podrían expulsarlos si la ONU «agota nuestra paciencia».

En un mensaje emitido por radio y televisión con motivo del fin del mes de ayuno musulmán del Ramadán, el presidente iraquí afirmó ayer que los expertos de la ONU tienen «la oportunidad de demostrar, con pruebas tangibles», que no son ciertas «las acusaciones de EEUU», de que Irak tiene las armas prohibidas por Naciones Unidas tras la Guerra del Golfo Pérsico de 1991.

También advirtió que Irak puede «cambiar de postura» y eventualmente expulsar a los expertos, si la ONU «agota nuestra paciencia», en referencia a un largo periodo de inspecciones y al mantenimiento del embargo internacional impuesto al país hace más de doce años, cuando las tropas iraquíes invadieron Kuwait en agosto de 1990.

Sadam Husein indicó que si se produce una guerra contra Irak, «tomaremos las medidas adecuadas en beneficio de nuestro pueblo y (...) la victoria será nuestra», al tiempo que denunciaba la «injusta, arrogante e injustificada tiranía estadounidense».

Además de atacar a EEUU, el Reino Unido e Israel, Sadam Husein criticó de modo implícito a los países del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se oponen a una guerra contra Irak -Rusia, Francia, China y Siriapor haber votado a principios de noviembre a favor de la resolución 1.441, que permitió el regreso de los inspectores.

«Estamos entrando en un nuevo periodo y hay unos países claramente malvados y otros claramente cobardes, que se supone que defienden a Irak. No los necesitamos, porque sólo dependemos de Dios», apostilló el presidente iraquí.