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El control de la industria del petróleo permanece en primer plano del enfrentamiento entre el Gobierno venezolano y la oposición, que ayer salió nuevamente a las calles para manifestarse en contra del presidente Hugo Chávez. Por primera vez en su historia democrática, Venezuela cumple 20 días de huelga general y 18 días de parálisis de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), cuyos buques de transporte de combustible local también decidieron apoyar el paro.

La huelga que promueve la liga opositora Coordinadora Democrática intenta forzar la renuncia de Chávez al poder o adelantar las elecciones previstas para finales de 2006, cuando concluye su mandato constitucionalmente. El Gobierno y la oposición pulsan por el control de PDVSA, que según sus gerentes en huelga actualmente sólo produce 400.000 de los 2,8 millones de barriles diarios que debe generar.

El presidente de PDVSA y ex secretario general de la OPEP, Alí Rodríguez, afirmó anoche que el Gobierno hace «grandes esfuerzos» por frenar el paro en la empresa estatal, quinto exportador mundial de crudo, y reactivar la producción de petróleo. Informó que siete petroleros, con un total de 2.086.000 barriles de crudo, partieron recientemente de Venezuela hacia Estados Unidos y Curazao, y que en los próximos días «ocho buques deben sacar unos 3.805.000 barriles» también a EEUU.