La parte más costosa del plan de «crecimiento y puestos de
trabajo», como lo denominó Bush, son las rebajas fiscales,
especialmente la eliminación de los impuestos a los dividendos que
reciben los accionistas. «No hay mejor forma de ayudar a que
nuestra economía crezca que dejar más dinero en las manos de los
hombres y las mujeres que lo ganaron», declaró Bush.
El presidente dijo que si el Congreso aprobase su plan, 92
millones de contribuyentes recibirían un recorte medio de impuestos
de 1.083 dólares este año. «No podemos estar satisfechos hasta que
cada parte de nuestra economía esté saludable y vigorosa. No
descansaremos hasta que cada empresa tenga la posibilidad de crecer
y cada persona que quiera trabajar pueda encontrar un empleo», dijo
en un discurso en Chicago.
El plan, que busca eliminar los impuestos pagados sobre los
dividendos por los accionistas, creará 2,1 millones de empleos
hasta el 2006 y brindará a unos 92 millones de contribuyentes una
reducción de impuestos promedio de 1.083 dólares en 2003, dijo la
Casa Blanca. El recorte del impuesto sobre los dividendos
beneficiará a 35 millones de hogares accionistas, más de la mitad
de los cuales son personas mayores, y votantes cruciales. Además,
saldrán favorecidas las grandes corporaciones y las
multinacionales.
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