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FRANCE PRESS-EFE
Bagdad no descarta un ataque contra Kuwait si este país sirve de base de lanzamiento de una operación militar estadounidense contra Irak, declaró en la madrugada de ayer el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, en una entrevista con la cadena canadiense CBC. Kuwait advirtió poco después a Irak de que «lo pagará caro» si ataca la seguridad y soberanía del emirato. «No estamos sorprendido por la última amenaza iraquí», dijo el viceprimer ministro kuwaití y ministro de Defensa, jeque Yaber al-Mubarak al-Hamad al-Sabah, en respuesta a las declaraciones de Tarek Aziz.

Mientras, Irak parecía decepcionado ayer por el severo informe presentado ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU por Hans Blix, uno de los jefes de los inspectores de desarme, al que ha acusado de agrandar algunos aspectos y de minimizar otros. En cambio, fuentes diplomáticas en Bagdad afirman que las autoridades iraquíes apreciaron un poco más la «moderación» de ElBaradei, quien pidió al Consejo de seguridad de la ONU un plazo suplementario de algunos meses para proseguir los controles, algo que Blix ni siquiera sugirió.

Según un diplomático occidental que trabaja en Bagdad, las autoridades iraquíes dan la impresión de estar «sorprendidas y decepcionadas» por la dureza del informe, ya que creían haber mitigado las divergencias durante la visita de Blix y del director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, en Bagdad los pasados 19 y 20 de enero.

Por su parte, el presidente de Irak, Sadam Husein, advirtió ayer a los militares de que deben estar atentos y denunciar «cualquier indicio de traición» en las filas del Ejército, ante el acoso que sufre el régimen de Bagdad. «Traición es, en cualquier circunstancia, un signo de debilidad. Es la peor de las debilidades humanas», explicó Sadam.

El amenazado presidente iraquí subrayó, no obstante, que no se siente «preocupado», y que, pese a su advertencia, los oficiales «no debéis tampoco inquietaros». «Aún así, tenéis que mostraros alerta, con una vigilancia legítima y apropiada», porque «la traición es un acto afeminado, que no asusta, pero que puede producirse en momentos de desconcierto», advirtió el presidente iraquí.