Estados Unidos y Corea del Norte retornaron ayer a su retórica
belicosa con amenazas mutuas de posibles ataques, lo que dificulta
el camino hacia la distensión del conflicto generado por el
programa nuclear norcoreano.
En el marasmo sobre este asunto, el portavoz de la Casa Blanca,
Ari Fleischer, dejó entrever ayer que Estados Unidos no se quedará
de brazos cruzados ante cualquier acción de Pyongyang.
«Estados Unidos está muy preparado para llevar a cabo planes
contundentes ante cualquier contingencia», dijo Fleischer.
Las nuevas amenazas, que según expertos podrían aumentar el
conflicto en la península coreana más que disminuirlo, reflejan la
crisis creada por el programa de armas atómicas del Gobierno de
Pyongyang, que comenzó en octubre pasado.
Con la política estadounidense de «ataques preventivos» como
pretexto, Corea del Norte advirtió el miércoles de que tomará
«represalias sin piedad» ante cualquier bombardeo contra la central
nuclear que reactivó en los últimos días. El Gobierno de Pyongyang
también señaló los peligros de que se desate «una guerra total» si
EE UU decide incrementar su presencia militar en la península
coreana.
La Casa Blanca respondió que, aunque anhela la paz, pondrá en
marcha «planes contundentes ante cualquier contingencia», incluso
una acción militar, y que las amenazas de Pyongyang «sólo hacen
daño a Corea del Norte».
EE UU ha manifestado que, aunque agotará la vía diplomática,
estaría listo para afrontar una crisis militar con Corea del
Norte.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.