En su decreto, Sadam Husein indica: «Se ha decidido prohibir a
cualquier persona o empresa de los sectores privado y público
importar, producir y fabricar armas nucleares, químicas y
bacteriológicas». «Todos los ministros concernidos han recibido la
orden, cada uno según sus competencias, de aplicar este decreto y
de tomar las medidas necesarias para imponer sanciones a los que lo
contravengan», añade el texto. Irak ha invertido miles de millones
de dólares y ha movilizado a miles de científicos para dotarse de
capacidad nuclear, química y bacteriológica, así como de medios
balísticos.
Como primera reacción, la Casa Blanca estimó que los
«pretendidos» decretos presidenciales iraquíes no son «creíbles».
En cambio, el director general de la Agencia Internacional de la
Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, mostró ante el Consejo
de Seguridad su satisfacción por la decisión de Sadam Husein de
prohibir la producción y comercio de armas de destrucción masiva,
que calificó de «paso en la dirección adecuada» ya que supone una
prueba del compromiso de Irak de cumplir las resoluciones de la
ONU.
Por su parte, el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, aseguró
a Juan Pablo II que Irak colaborará con la comunidad internacional
«especialmente en materia de desarme», pocas horas antes de que los
inspectores de la ONU presentarán el informe sobre Irak.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.