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AGENCIAS-JERUSALÉN/GAZA
La operación militar que el Ejército israelí lleva a cabo en la franja de Gaza y Cisjordania ha dejado hasta ahora doce muertos palestinos, como represalia por la muerte el sábado de cuatro soldados israelíes.

En la ciudad de Gaza, el Ejército israelí mató a tres palestinos ayer, mientras que otros diez resultaron heridos, entre ellos varios niños y un médico. Fuentes médicas aseguraron que uno de ellos, un joven de 27 años, murió al ser tiroteado por un francotirador israelí durante la incursión del Ejército en el barrio de Ebad Al Rahamn, y que el segundo es una oficial de policía.

Poco después, las tropas israelíes hirieron de gravedad a Riyad abu-Zed, jefe del brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) en Gaza y considerado el sucesor de Salah Shehadeh, asesinado por el Ejército el 23 de julio de 2002. Riyad abu-Zed murió después en un hospital de Bersheva.

Al menos treinta blindados y tanques israelíes, junto a dos excavadoras, irrumpieron en la madrugada de ayer en la zona norte de la ciudad de Gaza. La incursión, apoyada desde el aire por dos helicópteros «Apache», procedía de los asentamientos judíos de Dogit y Eli Sinaí, en el norte de la franja de Gaza.

Las fuentes informaron de que los militares abrieron fuego en todas las direcciones mientras los blindados invadían esta zona, controlada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En respuesta, las Brigadas Ezzedine Al Qassam, brazo armado de HAMAS, prometieron ayer vengar la muerte de siete de sus miembros en los dos últimos días y anunciaron haber puesto en estado de alerta a todas sus células.