El vicesecretario de Estado de EEUU, John Bolton, dijo ayer a las
autoridades de Israel que no hay duda de que Estados Unidos atacará
Irak y que después será necesario ocuparse de las amenazas que
plantean Siria, Irán y Corea del Norte, según fuentes israelíes.
Bolton, vicesecretario para el control de armas y seguridad
internacional, se encuentra en Israel para celebrar reuniones sobre
la prevención de despliegue de armas de destrucción masiva.
«Es importante no descuidar a Irán, incluso cuando la atención
de Estados Unidos está centrada en Irak», dijo el primer ministro
israelí, Ariel Sharón, tras entrevistarse con Bolton. La Casa
Blanca se prepara para presentar en los próximos días al Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas el borrador del texto de una segunda
resolución que autorice el uso de la fuerza en Irak. Con el día
festivo de ayer, el Gobierno de George W. Bush ha dispuesto de un
largo fin de semana para evaluar todas las posibilidades de cara a
seguir con sus planes de invasión en Irak y lograr un mayor apoyo
por parte de la comunidad internacional. En el nuevo texto, se
plantearían una serie de fechas límite para que Irak cumpla con
varios requerimientos específicos de desarme, pero no se
mencionaría el uso de la fuerza, ya que Washington considera que ya
está autorizado a ejercerla desde la resolución anterior.
El pasado viernes no fue un buen día para Bush. El esperado
informe de los inspectores de armas sólo sirvió para fortalecer la
posición de Francia, Rusia y China en favor de esperar más antes de
declarar la guerra, los tres países que, junto con Estados Unidos y
Reino Unido, constituyen los cinco miembros permanentes del Consejo
y tienen poder de veto sobre cualquier resolución que se
presente.
Según declaró el domingo ante la televisión la asesora de
Seguridad de la Casa Blanca, Condoleeza Rice, estadounidenses y
británicos se hallan aún sopesando los términos de la segunda
resolución y volvió a decir lo que ya se ha oído innumerables
veces: que a Sadam Husein le quedan semanas, no meses, antes de
enfrentarse a «serias consecuencias». Mientras, el ministro
británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, admitió que será «muy
difícil» para su Gobierno participar en una guerra contra Irak sin
el apoyo mayoritario de la opinión pública.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.