El Papa expresó ayer al secretario general de la ONU, Kofi Annan, su deseo de que la crisis se soluciones.

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AGENCIAS-ANKARA
Turquía, Arabía Saudí y Pakistán, aliados tradicionales de Estados Unidos, pusieron ayer trabas a permitir la utilización de su territorio para atacar a Irak.

«Nuestros amigos estadounidenses no deben interpretar la autorización dada por el Parlamento para modernizar bases como si el compromiso de Turquía no tuviera marcha atrás».

Las autoridades turcas amenazaron a Washington con cambiar su actitud con respecto a Irak después de la negativa estadounidense a conceder ayuda económica en caso de guerra y se pronunció a favor de una segunda resolución de la ONU antes de que los soldados estadounidenses se desplieguen en su territorio.

Recep Tayyip Erdogan, jefe del partido en el poder en Turquía, pidió a Estados Unidos que sea más sensible a las peticiones de Ankara referentes a una asistencia económica en caso de guerra, ya que Turquía no está comprometida de forma irrevocable con Washington.

Por su parte, el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, afirmó que una segunda resolución de la ONU que autorice el recurso a la fuerza contra Irak es necesaria para que los soldados estadounidenses se desplieguen en su país.

El Parlamento turco autorizó a EE UU el 6 de febrero a modernizar algunas bases y puertos que podrían usarse en caso de guerra contra Irak. Sin embargo, una segunda votación prevista para ayer y en la que se debía decidir si el Parlamento autoriza la llegada de tropas estadounidenses fue aplazada, debido a que ambos países no han llegado a un acuerdo sobre la asistencia financiera que Ankara reclama.