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El Gobierno no someterá a votación en el Congreso de los Diputados su posición en el Consejo de Seguridad de la ONU, porque ningún país se ha pronunciado definitivamente y porque no sería una presión efectiva para Irak. Al mismo tiempo, todos los grupos de la oposición han solicitado un nuevo pleno extraordinario, con el mismo formato que el del martes pasado.

El portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, aseguró que lo que quiere el PSOE es que España vote no a cualquier resolución que abra la puerta a la guerra. Estas palabras las pronunció en la rueda de prensa en la que anunció que todos los grupos de la oposición (PSOE, CiU, IU, PNV, CC y Mixto) han vuelto a pedir un pleno extraordinario, que, según sus pretensiones, debería celebrarse el próximo miércoles. Mientras, militares españoles participarán en la misión que los aviones radar Awacs emprenderán la semana próxima en Turquía para la defensa preventiva de ese país en caso de guerra en Irak, informó un portavoz del Cuartel Supremo de la OTAN en Europa (SHAPE).

Además, el PSOE ha solicitado las comparecencias del vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, para explicar el comercio de petróleo con Irak, y del ministro de Defensa, Federico Trillo, para aclarar la situación de la base de Rota.

El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aseguró que el Gobierno no puede llevar al Congreso su posición en el Consejo de Seguridad porque todavía no está decidido.

Según dijo, ningún país ni líder político lo ha hecho, con la «única excepción» del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

Según explicó, pronunciarse sobre el voto antes de la reunión del Consejo de Seguridad sólo serviría para que el dictador iraquí, Sadam Husein, pudiera pensar que no se van a cumplir las resoluciones, que no habría una presión de la comunidad internacional para lograr el objetivo del desarme.

Además, pidió a Rodríguez Zapatero que aclare si votaría que no a una intervención armada si todos los países de la UE y del Consejo de Seguridad votaran afirmativamente.

Y el líder socialista contestó. Aseguró que el régimen iraquí está muy debilitado por lo que no supone una amenaza grave que justifique el uso de la fuerza.

Todavía se desconoce el número de militares españoles que participarán en el despliegue de esa misión en Turquía, el único país de la OTAN que tiene frontera con Irak y que solicitó ayuda a la Alianza para disuadir y afrontar un hipotético ataque iraquí. Una treintena de militares españoles participan en las labores relacionadas con los aviones aliados de vigilancia aérea Awacs, entre pilotos, operadores y controlares, así como personal de tierra y de mantenimiento, según precisó el portavoz militar.