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EFE-BAGDAD
La ONU exigió ayer a Irak que destruya cientos de motores que importó ilegalmente para fabricar misiles tierra-aire y que al menos una parte de los cuales manipuló para fabricar cohetes tierra-tierra.

Además de los Al-Samud II, el ejército iraquí dispone de misiles tierra-tierra Al-Sumud I y Al-Fatah, cuyo alcance no supera el centenar de kilómetros, mientras que sus principales cohetes son modelos Volga y Sam.

La demanda figura en el último informe del jefe de los inspectores de armas de Naciones Unidas, Hans Blix, y el inicio de su aplicación supone la última vuelta de tuerca para mermar el poder militar del régimen de Sadam Husein.

Según el director general del ministerio iraquí de Información, Uday Al-Tai, las autoridades de Bagdad estudian la exigencia, que el funcionario no reveló si cuenta con plazo fijo de cumplimiento.

Según el portavoz de los inspectores de la ONU, Hiro Ueki, Irak compró de forma clandestina 380 de esos motores, en principio para corregirlos localmente y utilizarlos en la construcción de los Al-Samud II, cuyo alcance supera los 150 kilómetros permitidos a Bagdad.

El plan de destrucción de ese tipo de cohetes prevé no obstante el desmantelamiento solo de 120 unidades, por lo que se desconoce si el resto de los motores fueron usados para fabricar otros misiles tierra-tierra o tierra-aire.

La nueva orden de desmantelamiento se produjo tres días después del comienzo de la destrucción de los Al-Samud II.