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EUROPA PRESS-WASHINGTON

Fuentes estadounidenses dijeron que en el encuentro, los tres gobernantes se concentrarán en sus gestiones para obtener apoyo internacional y no discutirán los planes militares para la invasión de Irak.

La Casa Blanca confirmó ayer la cumbre, que calificó de «última etapa» en el proceso diplomático para encontrar una salida pacífica a la crisis iraquí. La reunión al más alto nivel se produce en un momento especialmente delicado, a la vista del bloqueo existente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde las posiciones apenas se han movido y se teme que la segunda resolución promovida por Washington, Londres y Madrid no salga adelante.


Para la Casa Blanca, según dijo Fleischer, esta cumbre es la última oportunidad que se da a la diplomacia para lograr que Sadam cumpla con las resoluciones de la ONU, que exigen que se despoje de armamentos nucleares, radiactivos, químicos y biológicos. «Este es un último intento importante de diplomacia, persiguiendo hasta la última posibilidad, para que haya un avance de cara a la votación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», dijo Fleischer.

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, aseguró por su parte que España dedicará los próximos días a «explorar hasta la ultima vía posible para lograr una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que aumente la presión sobre Sadam Husein».

El primer ministro británico, Tony Blair, acude a la reunión convencido de que se agota el tiempo para que la diplomacia resuelva la crisis iraquí. El Reino Unido cree que la amenaza de veto francés imposibilita una segunda resolución de la ONU sobre Irak, lo que, según su lógica, hace más probable la guerra. El Gobierno británico necesita desesperadamente el mandato de Naciones Unidas para poder atacar Irak sin arriesgarse a una grave crisis política interna.