TW
0

FRANCE PRESS/EFE-BAGDAD
El presidente iraquí, Sadam Husein, advirtió ayer de que si Irak es atacado, se extenderá la guerra por todo el mundo, «en el cielo, en la tierra y en el mar». Sadam hizo esta advertencia durante una reunión con los altos mandos del Ejército iraquí, según informó la agencia oficial de noticias de Irak (INA).

«Cuando el enemigo comience una batalla a gran escala, deberá darse cuenta de que, para nosotros, será una batalla abierta; en el cielo, en la tierra, en el mar, en el mundo entero», afirmó Sadam. Asimismo, el líder iraquí insistió en que su país no dispone de armas de destrucción masiva, como le acusan esencialmente Estados Unidos, el Reino Unido y España.

«No hay armas de destrucción masiva en Irak», indicó Sadam, quien en tono sarcástico comentó: «ahora bien, dadnos un poco de tiempo y los medios necesarios y produciremos cualquier arma que quieran y entonces les invitaremos a que vengan y la destruyan». La declaración de Sadam Husein se produjo poco después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y los jefes del Gobierno del Reino Unido, Tony Blair, y España, José María Aznar, celebraran en la base de Lajes (archipiélago portugués de Azores) una cumbre en la que se ha subrayado que el lunes es «el momento de la verdad para el mundo».

Sadam dividió Irak en cuatro zonas militares dirigidas por sus familiares y por hombres de su entera confianza, en una decisión que revela su convencimiento de que la guerra es inminente y ante el cual Bagdad reaccionaría centrando sus esfuerzos en la lucha callejera.

La misma medida fue adoptada antes de los bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos y Gran Bretaña en 1998, que se produjeron tras la salida de los anteriores inspectores de armas de la ONU y supusieron la última ocasión en que este país sufrió un ataque masivo.