«Esa es la mejor manera de acabar con el Consejo de Seguridad y con
la credibilidad de las Naciones Unidas y nosotros no queremos que
eso ocurra», precisó Aznar, para quien no hay equidistancia entre
«ilegalidad e impunidad» y ningún «tirano» puede marcar las reglas
de la legalidad de la comunidad internacional. Lejos de las
interpretaciones realizadas en algunos medios, Aznar aclaró que la
cumbre de Azores no pretendía impulsar «una declaración de guerra».
El jefe del Ejecutivo, flanqueado por Bush y Blair, recordó lo
que la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de la ONU acordó
por unanimidad, que Irak debe desarmarse o atenerse a serias
consecuencias. La advertencia no ha sido atendida pese a los
requerimientos continuos a ello y Aznar cree que se ha trabajado
«hasta la extenuación» por lograr el mayor consenso posible de la
comunidad internacional.
«Somos conscientes de que estamos ante la última oportunidad que
expresamente manifiesta la resolución 1.441, adoptada por
unanimidad del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», añadió
Aznar, quien abogó por la responsabilidad de los gobernantes en un
asunto que reconoció que es motivo de una gran preocupación para la
opinión pública mundial. No ve el jefe del Ejecutivo español una
salida alternativa al cumplimiento de las resoluciones de la ONU y,
en especial de la 1.441, y, por ello, cree que el Consejo de
Seguridad «no puede estar año tras año esperando que sus
resoluciones se puedan cumplir».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.