El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, anunció ayer que la vía diplomática ha fracasado.

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ANA GEREZ-NUEVA YORK
Estados Unidos y sus aliados abandonaron ayer todo esfuerzo diplomático para aprobar una nueva resolución sobre Irak, mientras Francia mantiene la propuesta de celebrar una reunión ministerial esta misma semana. El anuncio a la prensa de la retirada del proyecto lo hizo el embajador británico ante la ONU, Jeremy Greenstock, antes incluso de comunicarlo formalmente a los miembros del Consejo de Seguridad.

También criticó que hubiera rechazado, antes incluso de que Irak reaccionara, una propuesta británica en la que se desafiaba a Bagdad a que tomara la decisión estratégica de desarmarse. La propuesta, dijo, teñía tres elementos clave: pruebas «duras pero realizables», incluido un compromiso inequívoco, a desarmarse; un calendario «realista pero corto» para llevar a cabo esas pruebas dada la «urgente necesidad de que Irak cumpliera las resolución después de doce años de prevaricación»; y el entendimiento de que habría «serias consecuencias» si Irak no cumplía sus obligaciones.

Este lunes se presentaba como la última oportunidad para la diplomacia en el tema de Irak, pero la constatación de que el proyecto de resolución que patrocinaban EEUU, Reino Unido y España no iba a prosperar precipitó los acontecimientos. Greenstock explicó que, dada la falta de consenso, por la amenaza de veto esgrimida por un miembro permanente - en alusión a Francia sin mencionar a ese país-, los patrocinadores retiraban el proyecto.

No obstante, los tres países «se reservan el derecho a dar sus propios pasos para garantizar el desarme de Irak», lo que induce a pensar que la intervención militar es cuestión de días. En la declaración del representante británico, a la que sumaron el embajador de España ante la ONU, Inocencio Arias, y su colega estadounidense, John Negroponte, Greenstock culpó a Francia de que hubiera sido imposible unir al Consejo.

Según los observadores, cualquier iniciativa diplomática parece ahora abocada al fracaso y se duda incluso de que Blix tenga oportunidad de presentar su plan.

Según declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, «las Naciones Unidas han fracasado en hacer cumplir sus propias exigencias sobre el desarme inmediato de Irak y como resultado, ha quedado cerrada la ventana diplomática». Como se puso de relieve en los últimos días, el proyecto de resolución no sólo iba a contar con la oposición de Francia o Rusia -países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU-, sino también de aliados tradicionales de Washington como México o Chile, un revés insólito para la diplomacia de EEUU.