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Sadam Husein rechazó ayer el ultimátum de George W. Bush para que abandone Irak antes del jueves con sus hijos, y uno de ellos, Uday, dijo que quien debe renunciar es el presidente de EEUU, con lo que se esfuma la ultima esperanza de paz.

El encuentro, al que asistieron el Consejo del Mando de la Revolución (máxima instancia de poder, presidida por el líder iraquí) y los mandos del gobernante partido nacionalista Baaz, se produjo poco antes de que Sadam reuniera a su Consejo de Ministros.

El líder iraquí tradujo después sus palabras en hechos y prohibió el aterrizaje al avión en que el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, se disponía a viajar a Bagdad para convencerle de que aceptara la exigencia y evitara la guerra.

«Irak no es una empresa cuyos dirigentes los nombra EEUU. Es un país que debe tratarse con respeto», se precisó en el comunicado divulgado tras una reunión celebrada por Sadam Husein con altos dignatarios de su régimen.

«Irak continuará su yihad (guerra santa) y los iraquíes lucharán y derrotarán a los agresores», se advierte en el texto.

«Venceremos y derrotaremos a los enemigos. La batalla para la que nos preparamos será la ultima que EEUU libre contra Irak o cualquier otro país del mundo», se afirmó en la declaración emitida.

A continuación, Sadam celebraba su tercera reunión de la jornada, en esta ocasión con altos oficiales del Ejército ante los que se presentó vestido con uniforme militar y sus galones de mariscal, por primera vez en muchos meses.

Por otra parte, Uday Husein, primogénito de Sadam Husein, rechazó también el ultimátum para que su padre renuncie al poder si quiere evitar la guerra, y calificó de «subnormal» al presidente de EEUU, George W. Bush.

«La propuesta de Bush muestra que es un subnormal, y que es más conveniente que abandone el poder él y su familia», dijo Uday en declaraciones divulgadas por la emisora de «Al Shabab» (Juventud), que supervisa.