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AGENCIAS-NUEVA YORK
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, recordó ayer, durante su discurso en el Consejo de Seguridad, a EE UU y Reino Unido su responsabilidad legal de proteger a los civiles iraquíes en la guerra que se avecina.

Los miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en la necesidad de ponerse a trabajar en los planes humanitarios y de reconstrucción de Irak tras la guerra, en un intento de cerrar la brecha que les mantiene divididos.

Annan recordó a EE UU que «la responsabilidad de proteger a los civiles durante un conflicto corresponde a los beligerantes» y que «en cualquier área bajo ocupación militar, la responsabilidad por el bienestar de la población corresponde al poder».

Annan advirtió de que una guerra en Irak empeorará la situación humanitaria y que la organización no dispone de fondos suficientes para responder a la crisis. Dijo que la ONU pidió hace un mes a los países 123'5 millones de dólares en previsión de que hubiera una guerra, pero sólo han sido comprometidos 45 millones.

En esta reunión participaron los ministros de Exteriores de Francia, Rusia, Alemania y Siria, los cuatro países que han defendido con más contundencia la continuación de las inspecciones, y que ayer mostraron su queja por la interrupción de este proceso.

En la sesión se observaron todavía grandes diferencias sobre la manera en que se va a resolver la crisis de Irak.

Por un lado, países como Francia, Rusia, Alemania, México y Chile defendieron que las inspecciones estaban dando frutos, y que este proceso, que ha sido interrumpido, hubiera podido culminar con el desarme completo de Irak por vías pacíficas.

«Todavía hay perspectivas claras y creíbles de un desarme pacífico de Irak», aseguraba el ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin, quien criticó a los que consideran que los problemas pueden resolverse «con el uso de la fuerza en una acción rápida».