Desde el Mar Rojo se pueden contemplar esta mañana cómo arden misiles Tomahawk lanzados desde una base norteamericana.

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Estados Unidos lanzó esta madrugada el primer ataque contra Irak, al que el presidente iraquí respondió amenazante y pidió a los iraquíes que resistan. El ataque estadounidense comenzó a las 02.35 GMT con el lanzamiento sobre Bagdad de misiles de crucero Tomahawk con el objetivo, según fuentes del Pentagono, de eliminar a los líderes iraquíes y blancos militares seleccionados por los servicios de espionaje.

Un número de civiles sin precisar resultaron heridos durante los primeros bombardeos, anunció un responsable del ministerio iraquí de Información.

En un discurso televisado horas después, Sadam Husein dijo que su país «saldrá victorioso de esta agresión, y con Irak toda la Nación Arabe». Vestido con uniforme militar y con unas gruesas gafas -algo completamente inusual- y leyó un texto de varios folios, sin que quedase claro si el discurso había sido previamente grabado o era en directo.

«En este día los criminales (George W.) Bush el Joven y sus seguidores han cometido el crimen que habían anunciado contra Irak y la humanidad», dijo Sadam. «Nuestro pueblo y nuestro valiente Ejército, en nombre de la civilización y la fe iraquí resistiremos a los invasores (que) serán incapaces de conseguir lo que esperan y lo que los criminales sionistas (en referencia a Israel) les animan a hacer», dijo también Sadam. La reaparición de Sadam Husein ante las cámaras de televisión llevaba el mensaje de que las fuerzas estadounidenses habían fallado en el intento de golpearle en su propio escondite.

El discurso se produjo horas después de que se oyesen en Bagdad los primeros disparos de las baterías antiaéreas y de que se observase un enorme incendio en la refinería de petróleo «Al-Dura» situada al suroeste de Bagdad, junto al río Tigris.

El segundo conflicto armado entre EEUU e Irak desde 1991, comenzó con un ataque de misiles de crucero Tomahawk, que fueron disparados desde buques y aviones «invisibles» F-117, capaces de evitar la detección de los radares iraquíes, según portavoces militares en Washington. La población de la capital iraquí fue despertada por las alarmas y el fuego de las baterías antiaéreas a las 02.35 GMT (05.35 hora local), exactamente hora y media después de expirar el ultimátum dado por el presidente Bush al líder iraquí.

El inicio del ataque para derrocar a Sadam Hussein fue anunciado oficialmente, de forma casi simultánea al lanzamiento de los misiles sobre Bagdad, en Washington por un portavoz de la casa Blanca durante una breve aparición ante la prensa para informar de que el Presidente George W. Bush se dirigiría al país a las 03.15 GMT. «No esperamos otro resultado que la victoria», declaró poco después Bush en su mensaje radiotelevisado de 4 minutos de duración. El presidente se refirió al ataque en curso como «una operación para desarmar a Irak y liberar a su pueblo» y reconoció que la guerra podría ser más complicada y larga de lo que algunos esperaban. «Las fuerzas de la coalición han comenzado a atacar objetivos específicos militares», añadió el presidente estadounidense.

Casi 150.000 soldados de Estados Unidos y el Reino Unido marchaban ayer con armas preparadas y misiones asignadas a la espera de una orden de Bush para inicar el ataque, que ha sido bautizado com 'Libertad iraqui'. Aviones estadounidenses atacaron anoche posiciones de la artillería iraquí en la zona de exclusión aérea del sur de Irak que amenazaba un posible avance de las tropas de tierra de EE UU y el Reino Unido, informaron fuentes militares.

A las dos de la madrugada expiró el plazo que el presidente de EE UU, George W. Bush, dio al jefe del Estado iraquí, Sadam Husein, para que abandonara Irak, en un ultimátum ya rechazado por el gobernante iraquí. Aún así, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, se resistió a hacer predicciones respecto al tiempo que transcurrirá entre el vencimiento del plazo y el comienzo del ataque. Bush pronunciará un mensaje a los estadounidenses en caso de una guerra, pero Fleischer de abstuvo de decir si sería antes o después que comiencen las hostilidades.

Los soldados de la I Fuerza Expedicionaria de la Infantería de Marina, la 3 División de Infantería y la 101 División Aerotransportada, abandonaron sus acantonamientos en Kuwait y partieron con rumbo no identificado.

El general Buford Blount, comandante de la 3 División de Infantería, ordenó que sus 20.000 soldados y 10.000 vehículos, incluidos más de 300 carros Abrams M-1 y vehículos blindados Bradley, se alinearan cerca de la frontera de Kuwait con Irak.

Esas unidades serán la punta de lanza de la invasión, que seguirá a unas 48 horas de bombardeo intenso desde aviones, buques y baterías en tierra, con el cual el Pentágono espera atemorizar a los iraquíes para que se rindan sin pelear.

El Pentágono indicó que no era cierta la noticia, originada en las fuerzas de seguridad kuwaitíes, según la cual las fuerzas estadounidenses habían ingresado en la zona desmilitarizada a ambos lados de la frontera de Kuwait e Irak. Informaciones procedentes de la zona señalan que una fuerte tormenta de arena está acompañando al despliegue de las tropas.