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El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, declaró ayer que unos siete pozos de petróleo habían sido incendiados de forma deliberada por las fuerzas iraquíes al sur de Irak. Hoon señaló que «la cifra no es tan mala como podíamos temer» y que las fuerzas británicas avanzan por tierra hacia los campos petrolíferos al sur de Irak, donde están tratando de asegurar la península de Al Fao.

Las fuerzas británicas entraron el jueves en combate, junto a sus aliados estadounidenses, y han encontrado alguna resistencia alrededor de la ciudad portuaria de Umm Qasr, según el ministro. La victoria, indicó Hoon, «no es un hecho logrado», de momento, y «los iraquíes están luchando».

Las tropas de EEUU y el Reino Unido se dirigen por la península Al Fao hacia Basora, segunda ciudad del país y uno de sus principales centros petroleros. Según Geoff Hoon, asegurar el área de Al Fao es «un objetivo vital» ante el temor de que las fuerzas iraquíes incendien los campos petroleros o faciliten el derrame del crudo hacia el golfo Pérsico.

Las fuerzas especiales de EEUU, con el apoyo de combatientes kurdos, lanzaron ayer un asalto para hacerse con el control de los yacimientos petroleros de Kirkuk, al norte de Irak, y por otro flanco avanzaron hacia la ciudad de Mosul. El fin de esta acción es evitar que los soldados del régimen iraquí los revienten con cargas explosivas. Los pozos de petróleo situados en el sur de Irak pasarán bajo control de las fuerzas estadounidenses y británicas, según informó ayer el jefe del Estado Mayor estadounidense, Richard Myers. Durante la Guerra del Golfo de 1991, los iraquíes incendiaron un total de 737 pozos petrolíferos.