Las fuerzas estadounidenses entraron a primera hora de la mañana de
ayer en Bagdad, horas después de haber tomado el control del
aeropuerto internacional Sadam, situado a treinta kilómetros del
centro de la capital iraquí. En la incursión murieron alrededor de
mil soldados iraquíes, mientras que las tropas aliadas sufrieron
numerosos ataques suicidas de mártires iraquíes. El ejército
estadounidense abandonó Bagdad tras una incursión de pocas horas en
la que destruyó varios blindados iraquíes. Tras conseguir el
control del aeropuerto de la capital iraquí, situado a 30
kilómetros de Bagdad, el ejército aliado se lanzó a la centro de la
ciudad. En el avance entre el aeródromo y el centro de la ciudad se
produjeron violentos combates, en un barrio situado a sólo 10
kilómetros del objetivo militar estadounidense.
La incursión, apoyada por carros de combate y en la que se
emplearon, dada la fuerte resistencia iraquí, cohetes RPG, se
produjo al amanecer. Al tiempo, la ciudad sufrió durante toda la
noche del viernes al sábado un asedio aéreo continuado y no dejaron
de escucharse los disparos de la defensa antiaérea iraquí.
Un portavoz militar norteamericano califica la operación como el
comienzo de una serie de «patrullas rodantes» que podrían tener
como objeto desmoralizar al régimen iraquí y demostrarle que las
fuerzas norteamericanas pueden entrar y salir de Bagdad cómo y
cuándo quieran.
A primera hora de la tarde Bagdad volvía a la calma, más aún, se
convertía en una ciudad fantasma en la que no se apreciaba
presencia militar estadounidense.
En el lado oeste del Tigris, donde se encuentran la mayor parte
de los edificios oficiales, la calma regresó a última hora tras una
mañana extremamente tensa. En el sector de Dora Yarmuk, en el
suroeste de la capital, todavía había huellas de los combates,
especialmente de vehículos explosionados, mientras que blindados y
unidades de la defensa aérea iraquí estuvieron presentes.
Intensos bombardeos sacudieron Bagdad y la periferia del sur y
del suroeste desde las 13:30 hora local (11:30 horas española).
El centro de la capital fue sobrevolado por al menos un caza de
las fuerzas de la coalición, mientras que se vieron columnas de
humo procedentes de uno de los lugares alcanzados por uno de los
lugares alcanzados por los bombardeos, a 500 metros del hotel donde
se alojan los periodistas.
Aviones militares estadounidenses patrullan desde ayer durante
las 24 horas el espacio aéreo de Bagdad para apoyar a las tropas
americanas en la capital iraquí, según anunció el comandante
estadounidense de la aviación aliada para Irak, el general T.
Michael Moseley.
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