La manifestación transcurrió sin incidentes por las calles de Ciutat. FOTO: CURRO VIERA.

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Varias decenas de personas murieron ayer en los tiroteos librados en las calles de Mosul, un día después de que las tropas iraquíes entregarán la ciudad a la milicia kurda y estallaran los saqueos. La mayor parte de los tiroteos, en ocasiones intensos, se libraron en Faruk y Makawi, barrios situados en el centro de Mosul y habitados por los iraquíes de origen árabe. En todas las esquinas de Faruk y Makawi, grupos de individuos provistos de armas automáticas intentaban impedir la entrada en esos barrios a cualquier desconocido o a supuestos milicianos kurdos, a quienes culpan de promover el masivo saqueo de la ciudad.

Excepto en la entrada de Mosul, en el centro de la ciudad no se apreciaba la presencia de combatientes kurdos, concentrados por miles a unos 20 kilómetros al norte de la urbe, desde que el viernes por la noche recibieron la orden de retirada.

Los enfrentamientos interétnicos aumentaban a medida que transcurrían las horas, al igual que la cifra de vehículos que tras lograr pasar los peligrosos controles establecidos por los «vigilantes», llegaban al hospital Al Zaharawy portando muertos o heridos. Al menos veinte muertos y alrededor de 200 heridos, todos ellos con impactos de balas o con partes del cuerpo desgarradas por las explosiones de granadas de mano, fueron recibidos en el hospital Al Zaharawy durante la noche del viernes y la madrugada de sábado.

Los «vigilantes», muy propensos a disparar sus armas antes de dar el alto, se protegían tras barricadas y vehículos destruidos durante los enfrentamientos librados con los «peshmergas» (milicianos kurdos) cuando éstos aparecieron en Mosul después de que las tropas iraquíes la abandonaran.

El hospital Zaharawy, todos los hoteles de la ciudad, edificios públicos y miles de hogares y comercios de Mosul fueron saqueados por la muchedumbre durante las primeras horas de vacío de poder y presencia de los milicianos kurdos. «Lo que han hecho los 'peshmergas' en Mosul es terrorismo, no había necesidad de recurrir a la violencia porque entraron sin encontrar resistencia», apuntó el doctor Samir.

Por la mañana cerca de veinte soldados estadounidenses tomaron posiciones en la puerta de acceso al hospital, casi en frente de donde los tiroteos eran cada vez más continuos.

Dos periodistas turcos, que formaban parte de un grupo de seis, que aparcaron sus dos coches al lado de la puerta del hospital, resultaron heridos al ser alcanzados por disparos. Entre la población de Mosul, que desde el viernes tiene cortado el suministro de energía eléctrica y agua potable, cundía el pánico ante la posibilidad de que en las próximas horas reine de nuevo la anarquía.