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Unos 600 policías iraquíes han sido llamados por EEUU para patrullar las calles de Bagdad, ante la ola de saqueos, robos e incendios que se han apoderado de la capital iraquí desde que cayó el pasado miércoles en manos de las tropas estadounidenses.

Los casos más sangrantes los constituyen los saqueos a los hospitales, al museo arqueológico y la Biblioteca Nacional en los que han sido robados y destrozados tesoros de la cultura mesopotamia.

El coronel Ismail Jaled, que se ha presentado como portavoz de la Policía iraquí, explicó que varias patrullas y policías han comenzado a recorrer diferentes puntos de Bagdad para restablecer la seguridad en la ciudad.

Dijo también que las patrullas «son realizadas al cien por cien por personal iraquí», que actúan bajo las órdenes del miembro del opositor Congreso Nacional Iraquí (CNI), Mohamed Hashim al Zubeidi, a quien describió como nuevo director de la Administración civil. Advirtió de que a los saqueadores y ladrones se les aplicará la actual ley criminal del régimen de Sadam Husein.

El kurdo Hashim Hawlele actúa como oficial de enlace y coordina las relaciones entre iraquíes y estadounidenses.

A pesar de las afirmaciones de Jaled, soldados de EEUU dicen que las patrullas serán conjuntas y la policías iraquí estará siempre acompañada por soldados de EEUU.

Cientos de personas se han manifestado en los últimos días para exigir a las fuerzas ocupantes que pongan fin al caos y la anarquía en la ciudad, que ha obligado a muchos ciudadanos a armarse con fusiles «Kalashnikov» para proteger sus barrios.

El director de la Biblioteca Nacional, Raad al Bandar, llegó a decir ayer: «me avergüenzo de ser iraquí». Muchos de los más de un millón de libros, mapas y archivos han sido destrozados, robados o incendiados junto al edificio que los alberga, que no ha llegado a arder completamente.

El Museo Arqueológico Nacional no quiso abrir sus puertas a los periodistas, tras ser saqueado hace unos días. «No podemos permitir que pasen, ya que piezas de miles de años de antigüedad están tiradas por el suelo y esperamos la llegada de expertos para reconstruir lo destrozado», subrayó su director, Yabr Jalil Ibrahim.