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EUROPA PRESS-BRUSELAS
El presidente de la Convención, Valery Giscard d'Estaing, dio ayer por concluido el proyecto de Constitución europea, después de quince meses de trabajo en los que gobiernos, parlamentos nacionales e instituciones europeas de los Quince y de los países candidatos, con Turquía incluida, han compilado un centenar de artículos que incluyen con carácter vinculante la Carta Europea de Derechos Fundamentales.

«Hoy es un gran día», aseguró la ministra de Exteriores española, Ana Palacio, porque «frente al escepticismo de muchos y la condescendencia de otros, lo conseguimos: la Convención es un éxito». «Nuestro texto es una revolución sin precedentes que marca el principio del fin del derecho diplomático del siglo XIX», donde los tratados se negociaban a puerta cerrada, porque ahora se «abre un ventanal que trascenderá a los problemas del futuro».

Entre los cambios destaca el anclaje de la Carta de Derechos fundamentales en el corazón de la UE, el reconocimiento de la personalidad jurídica de la Unión, el aumento a 70 de las materias (casi el doble) que se deciden por mayoría cualificada y el refuerzo del poder legislativo del Parlamento Europeo.

Se otorga además a la Eurocámara la prerrogativa de elegir al presidente de la Comisión siguiendo las elecciones europeas, se creará un presidente estable del Consejo Europeo, un ministro de Asuntos Exteriores, y la Comisión se perfila como un órgano reducido, abandonando la regla de que todos los Estados miembros tienen al menos un comisario.