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La Justicia argentina dispuso ayer la libertad de los represores que habían sido detenidos a instancias del juez Garzón, acusados de cometer los delitos de terrorismo de Estado, genocidio y torturas durante la dictadura militar que de 1976 a 1983 gobernó el país.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral anunció que, de los 40 detenidos, quedarían en libertad ayer mismo solamente aquéllos que antes de la solicitud de Garzón no estaban presos por otras causas.

La decisión de poner en libertad a los represores se produce horas después de que Canicoba Corral fuera oficialmente informado por la Cancillería argentina de la decisión del Gobierno español de desistir en la solicitud de extradición de los detenidos.

«He dispuesto las libertades para que se hagan efectivas hoy (ayer), previo a constatar que se encuentran en condiciones de ser liberados, es decir, que no registren capturas de algún otro tribunal, en cuyo caso deberían ser puestos a disposición de estos jueces que lo requieran», explicó el magistrado argentino.

Canicoba Corral precisó a los periodistas que aquellos represores que ya estaban detenidos con anterioridad a la solicitud de captura de Garzón quedarán nuevamente a disposición de los jueces que llevan esas causas. En esta condición están, por ejemplo, los militares Jorge Videla, Emilio Massera y Carlos Suárez Mason, sometidos a arresto domiciliario por una causa de sustracción de hijos de desaparecidos durante la dictadura militar.