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FRANCE PRESS-EFE
Un nuevo atentado con coche bomba frente al complejo policial en Bagdad mató ayer a un policía iraquí e hirió a dos decenas más, el mismo día en que era enterrado en Nayaf ante cientos de miles de sus seguidores el ayatolá Mohamed Baqir al Hakim, quien murió en otro atentado con coche bomba el pasado viernes. «Un coche bomba estalló entre el complejo de la Policía de Rusafa (este de Bagdad) y la prisión, matando a un policía iraquí, pero no afectó a ningún miembro de la coalición», señaló el portavoz militar estadounidense Anthony Reinoso.

Según fuentes médicas, dos policías resultaron gravemente heridos y otros 19 sufrieron lesiones leves en este atentado que se produjo en el complejo situado cerca de la academia de Policía y del Ministerio de Interior. Al menos 20 personas, en su mayoría extranjeros, han sido detenidas en relación con el atentado del viernes en el que murieron 130 personas, entre ellas Al Hakim.

Por otro lado, dos miembros de la Policía militar estadounidense murieron y otro resultó herido en un atentado con explosivos en Bagdad, anunció ayer el ejército norteamericano. «Dos policías murieron y otro resultó herido cuando su vehículo pasó por encima de un artefacto explosivo en la principal ruta de abastecimiento al sur de Bagdad», declaró una portavoz del Ejército, que precisó que ese ataque había tenido lugar el lunes por la tarde.

Estas víctimas elevan a 67 el número de soldados norteamericanos muertos en ataques antiestadounidenses en Irak desde que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció el final de las principales operaciones militares el pasado 1 de mayo.