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La tremenda noticia no tardó en provocar reacciones en todos los ámbitos, especialmente en el medio político.

PP. El responsable de exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, expresó la firme condena por parte de su partido del ataque y destacó el compromiso del Gobierno con la pacificación y estabilización de Irak. Arístegui destacó que los fallecidos eran «servidores públicos» que estaban «al servicio de la seguridad y estabilidad del pueblo iraquí».

Zapatero. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó el ataque en Irak en «un día de dolor, de luto para todo el país, para todos nosotros». Manifestó su condolencia y apoyo a las familias de los fallecidos, «hijos de todos nosotros, hermanos de todos nosotros», y mostró su solidaridad con las Fuerzas Armadas.

IU. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, mostró sus condolencias a las familias, aunque calificó la muerte de los españoles de «tributo inútil» porque esta guerra «en la que nos ha embarcado el Gobierno español es ilegítima e ilegal». Exigió al Gobierno que comparezca «cuanto antes» ante el Congreso de los Diputados, pidió que todos los españoles que permanecen en Irak «vuelvan a casa» y exigió la dimisión de Trillo «como primera medida».

PNV. El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, declaró que el ministro de Defensa, Federico Trillo, está obligado a dimitir, porque es «un personaje patético», y las tropas españolas deben retornar «inmediatamente». Anasagasti mostró, en primer lugar, la solidaridad del PNV con los familiares de las víctimas, y afirmó que el principal responsable ha sido Aznar, «por la locura que ha supuesto enviar a unos soldados a una muerte segura».

w CiU. El portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, consideró que «sería ilógico» que el Gobierno del PP se replanteara la presencia de contingentes españoles en Irak tras el atentado. Agregó que «el replanteamiento debía haberse hecho antes» y recordó que «desde el primer día dijimos que la intervención española en Irak no tenía en cuenta la difícil posguerra» y la situación «muy grave y complicada» en la que se encontraba el país.

Solana. El alto representante europeo para la Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana, deploró el ataque y respaldó «el esfuerzo que han hecho esas personas para conseguir la estabilidad de ese país». Solana recalcó su «condena de este acto terrorista ocurrido en Irak» y ofreció sus «condolencias y solidaridad a los familiares de las víctimas, así como al Gobierno español, con el que he estado en contacto desde que se conocieron los hechos».