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EP/AFP-BERLIN
El canciller alemán Gerhard Schröder anunció ayer en Berlín que va a dimitir como presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) debido a la crisis interna derivada de las reformas de su Gobierno, en una conferencia de prensa sorpresa, donde también comunicó su intención de continuar con el cargo de canciller.

«Voy a concentrarme en mi trabajo como jefe de Gobierno que no está ligado solamente al progreso del proceso de reformas internas, sino que supone también una serie de obligaciones internacionales», agregó y añadió que, a partir de ahora, los miembros del SPD trabajarán «juntos», pero «cada uno desde su sitio».

«Mañana propondré a la dirección del SPD que nombre presidente del Partido al presidente del grupo parlamentario, Franz Muentefering, en un congreso extraordinario a finales de marzo», indicó Schröder.

Después de conocer esta noticia, el secretario general del SPD, Olaf Scholz, que no goza de mucha popularidad entre las bases de la socialdemocracia alemana, dimitió de sus funciones, según indicó Muentefering.

«Alemania se encuentra en uno de los procesos más importantes de la historia de Posguerra», subrayó Schröder, que se declaró «convencido de la necesidad de continuar» en la jefatura del Gobierno, a pesar de los «problemas de comunicación» que hubo en la sociedad durante todo el proceso de reformas, en especial en el seno del SPD.

«Estos problemas implican que hagamos esfuerzos particulares de comunicación interna», precisó, justificando la nueva repartición de tareas. Schröder, de 59 años de edad, ocupaba los cargos de presidente del SPD y de canciller desde abril de 1999, cuando sucedió como líder del Partido a Oskar Lafontaine, que dimitió al discrepar con la política socioeconómica gubernamental.