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Los miembros del Consejo de Gobierno lograron ayer un acuerdo sobre el texto de la nueva Constitución provisional, en la que el Islam figura como religión del Estado y se contempla el principio del federalismo.

Los debates enfrentaron, por un lado, a los grupos islamistas con los laicos en lo referente al papel de la religión musulmana y, por el otro, a los partidos kurdos con los del resto del país en lo que respecta al ordenamiento territorial del Estado, en una pugna en que los primeros parecen haber vencido a los segundos. «El Islam es una fuente de la legislación. Además, así la ley no se enfrentará con las creencias de la mayoría», dijo. «Hemos logrado sacar adelante muchas de nuestras propuestas, pero se trata de un acuerdos de mínimos para satisfacer a todas las partes», reconoció, antes de apuntar que no cree que «ningún miembro del Consejo esté plenamente contento con el resultado».

Las discusiones sobre ambos asuntos habían impedido la firma de la Carta Magna el pasado sábado y obligado a su aplazamiento hasta mañana, cuando por fin se suscribirá la nueva ley fundamental, que tiene carácter temporal, en un acto que contará con los representantes de la ocupación como testigos.

Adnan al Asadi, secretario de Ibrahim al Yafari -miembro del Consejo y presidente del radical partido chií «Al Dawa»-, defendió el papel otorgado al Islam en la nueva Constitucion, que consideró servirá para aglutinar a los iraquíes.

Tanto la consideración de religión oficial concedida al Islam como la fórmula que debe regir las relaciones entre la región kurda con el resto de Irak quedan supeditadas al texto definitivo de la Carta Magna, que comenzará a aplicarse al producirse la asunción de poder por un gobierno elegido a través de las urnas.