En la imagen, el demócrata John Kerry junto a su familia, tras conocer su victoria.

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La confirmación de que el senador John Kerry será el candidato del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales ha sellado ya el cartel del duelo que se producirá en noviembre, y para el que se vaticina una lucha extremadamente dura.

Pero Kerry, quien se crece con las dificultades, ha dejado claro que irá a fondo: «yo soy un luchador», aseguró el candidato demócrata, quien pidió la unidad del partido para ganar las elecciones.

Kerry logró el martesr victorias en ocho de los diez estados en juego, entre ellos California y Nueva York, lo que forzó a su único rival de entidad, el senador John Edwards, a abandonar la carrera electoral, lo que anunció ayer mismo desde Raleigh (Carolina del Norte).

A partir de ahora, Kerry afronta una larga y dura lucha por la presidencia, en la que se enfrentará a la Casa Blanca, que ha comenzado sus ataques contra el rival del actual mandatario, George W. Bush.

Kerry, en su discurso del martes por la noche, el primero como virtual candidato, reconoció que no se hacía «ilusiones sobre la máquina republicana de lanzar ataques, sobre lo que han hecho en el pasado y lo que harán en el futuro».

En las últimas semanas, Bush y miembros de su Gobierno han intensificado mucho sus críticas contra Kerry por cambiar supuestamente de posición en cuestiones políticas y económicas. Actualmente, Kerry supera a Bush en varios sondeos de intención de voto, pero los analistas avisan que queda mucho tiempo hasta noviembre, ya que cambios súbitos en la economía o la «guerra contra el terrorismo» pueden dar un vuelco a las tendencias.