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FRANCE PRESS-KABÚL
Al menos 100 personas murieron ayer en Herat, en el oeste de Afganistán, en combates entre milicianos fieles al gobernador de dicha provincia, Ismael Jan, y soldados de la 17 división, que se desencadenaron después del asesinato del hijo de este gobernador, el ministro de Aviación Mirwais Sadiq.

Después de un intento de atentado frustrado contra Ismael Jan a primera hora de la tarde, Mirwais Sadiq murió junto a otras tres personas al ser alcanzado por un disparo de cohete que cayó sobre su automóvil mientras circulaba por Herat, a 600 kilómetros al oeste de Kabul.

Tras el asesinato del hijo del «Emir» de Herat, estallaron intensos combates entre milicianos fieles a Ismael Jan y combatientes de la 17 división, dirigida por el general Zaher Jan Nayebzada y que en teoría se encuentra bajo las órdenes de Defensa.

«Es una rebelión contra Ismael Jan», dijeron los habitantes. Los enfrentamientos con armas pesadas, sobre todo con disparos de mortero, estallaron en toda la ciudad, donde intervinieron los tanques.

Al menos un centenar de personas fallecieron en dichos combates, según estimó un importante funcionario local y colaborador del gobernador. «Hasta cien personas murieron sin duda en los combates, hay ambulancias por toda la ciudad, no tenemos el número exacto» de muertos, dijo el funcionario, que no quiso revelar su identidad.

«Oigo movimientos de tanques y disparos de ametralladoras pesadas. Hay cuerpos por toda la ciudad», declaró el representante local de una organización humanitaria internacional, al ser consultado por teléfono desde Kabul.

Los combates proseguían al anochecer pero se concentraban en la periferia norte de Herat, en las inmediaciones del cuartel general de la 17 división y de la residencia de su comandante, el general Zaher Jan, afirmó el periodista local Fridoon Puyaa.