Jean Pierre Raffarin afirmó que su Gobierno toma nota del resultado.

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Las formaciones de izquierda lideradas por el Partido Socialista habrían obtenido entre un 40,3 y 40,5% de los votos. En cambio, la derecha en el poder desde 2002 habría conseguido sólo entre el 33,8 y el 34%.

El primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, declaró que tendrá «en cuenta el mensaje» de rechazo al Gobierno enviado por los ciudadanos.

El ultraderechista Frente Nacional, que sube espectacularmente hasta un 15,6 y un 17,5% de los sufragios, podría forzar triangulares en 19 de las 26 regiones del país, el próximo domingo.

Según las estimaciones de los institutos demoscópicos CSA, SOFRES y IPSOS, la abstención, una de las grandes incógnitas de la jornada, se situaría en una horquilla entre un 38 y un 40%, menos que el 42,3% de las últimas Regionales de 1998.

El líder del Partido Socialista (PS), Francois Hollande, señaló que los resultados de esta primera vuelta constituyen «una advertencia seria» para el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin, al tiempo que aseguró que la ultraderecha no está en condiciones de ganar «ninguna» región, pese a los buenos resultados del Frente Nacional (FN).

Otro motivo de satisfacción para los socialistas y Hollande en particular es que su esposa Segolene Royal lleve 12 puntos de ventaja sobre su rival conservadora en el feudo electoral del mismísimo Raffarin.

El secretario general del partido gobernante UMP, Philippe Douste-Blazy, instó a los votantes, en la segunda vuelta del próximo día 28, a evitar «la vuelta atrás hacia el socialismo».